Marco de referencia
La iglesia participante de En Comunidad aspira a:
Cultura Integral
Abrazar la verdad de que el plan redentor de Dios abarca a toda la persona y a toda la creación y no se limita sólo a la espiritualidad sino que, por el contrario, la espiritualidad es la sección transversal que toca a la creación.
En la práctica:
- El liderazgo de la iglesia le da prioridad a la atención de las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales de las personas de una manera que refleje el amor y el cuidado integral de Dios por cada una de ellas.
- El liderazgo de la iglesia integra esta creencia en sus enseñanzas, actividades y esfuerzos de desarrollo comunitario.
- El liderazgo de la iglesia desarrolla una comprensión más profunda de la importancia de la salud integral de las personas, la iglesia y la comunidad, incluidos sus componentes clave, como la cultura, el liderazgo y la comunicación.
Desarrollo comunitario cristiano
Abrazar la verdad de que Dios está creando y restaurando activamente el mundo y la iglesia se asocia con Él para cumplir esa misión como un componente esencial de su propósito.
En la práctica:
- El liderazgo de la iglesia cree en ir más allá de los muros de la iglesia para llevar el evangelio tanto de palabra como de obra a todas las personas dentro de su contexto local.
- El liderazgo de la iglesia cree en la capacidad del Espíritu para obrar mediante la práctica de la presencia relacional y la escucha con humildad en la comunidad local.
- El liderazgo de la iglesia siente un fuerte llamado a la restauración de las personas y del entorno en el que viven, entendiendo que la calidad del entorno en el que viven influye en la vida cotidiana de las personas que viven allí y contribuye a las perspectivas de dignidad y valor.
- El liderazgo de la iglesia se asegura de que los miembros aprendan su papel misionero en la comunidad local y deseen una mayor claridad vocacional.
- El liderazgo de la iglesia proporciona orientación intencional sobre su misión local.
- El liderazgo de la iglesia está comprometido a cumplir su misión junto a su comunidad.
- El liderazgo de la iglesia cree que sus recursos (financieros, humanos, instalaciones) deben servir a la comunidad local.
Cuerpo colaborador
Abrazar la verdad de que el cuerpo de Cristo está interconectado y es interdependiente, y que cada creyente ha sido activado (por el Espíritu Santo) para cumplir su función específica mientras trabaja en unidad con otros para participar en el florecimiento de su comunidad inmediata y del mundo.
En la práctica:
- El liderazgo de la iglesia reconoce el valor de todo el cuerpo y la belleza de la singularidad de cada miembro y su valor y dignidad inherentes.
- El liderazgo de la iglesia cree que el cuerpo colaborador es un grupo de miembros con ideas afines que trabajan juntos por una misión común.
- El liderazgo de la iglesia cree en la importancia de compartir el poder y de activar a las personas y a los grupos para que cumplan su misión y su vocación en la comunidad local.
- La iglesia es un entorno seguro que crea un sentimiento de pertenencia para su gente, donde se sienten escuchados, respetados, considerados y valorados.
- La comunidad inmediata reconoce y valora la iglesia como un lugar seguro.
- El liderazgo de la iglesia reconoce que la Iglesia de Cristo va más allá de su congregación y se interconectan con otras iglesias locales y organizaciones religiosas para servir a la comunidad local.
Prácticas saludables
El liderazgo de la iglesia reconoce la importancia de las prácticas organizacionales saludables, como el desarrollo de la capacidad organizacional y de la colaboración para participar eficazmente en la misión local de la iglesia, que incluye el compromiso con el desarrollo de la comunidad.
En la práctica:
- El liderazgo de la iglesia se asegura de que cada miembro de la congregación se active para formar parte de la misión local de la iglesia.
- El liderazgo de la iglesia identifica y practica su visión, misión y valores fundamentales.
- Los planes de la iglesia se desarrollan estratégicamente sobre su misión local y se comparten abiertamente entre la congregación.
- El liderazgo de la iglesia está abierto a adaptar su estructura organizativa y sus procesos para satisfacer mejor las necesidades de su comunidad y responder eficazmente a las nuevas oportunidades y retos.
- El liderazgo de la iglesia favorece una estructura y un proceso de toma de decisiones flexibles y colaborativos.
- El liderazgo de la iglesia colabora con los socios de la comunidad, incluidas las instituciones y los hermanos y hermanas de otras tradiciones cristianas.
Los participantes del programa En Comunidad están dispuestos a:
- Participar en la evaluación de su liderazgo.
- Evaluar su iglesia como organización.
- Explorar nuevas formas de ser y hacer iglesia.
- Aceptar el cambio.
- Escuchar y aprender de los demás, incluidas las diferentes tradiciones e iglesias cristianas.
- Participar en el desarrollo de la comunidad.
- Priorizar el tiempo para el aprendizaje y el crecimiento.
- Ser abiertos y ampliar sus conocimientos como líderes.